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He aquí el texto íntegro del mensaje dirigido por SM el Rey Mohammed VI a los participantes en la 40 sesión del Consejo de los Gobernadores de los bancos centrales y de los institutos árabes de emisión, que se inauguró hoy jueves en Rabat y cuya lectura fue dada por Abdellatif Jouahri, Wali de Bank Al-Maghrib:

"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros,

Excelencias, Señoras y Señores,

Nos complace recibirles de nuevo en Marruecos, su segunda patria, con ocasión de la 40ª sesión del Consejo de gobernadores de los bancos centrales y de los institutos de emisión árabes.

Desde su última reunión celebrada en Marraquech en 2008, el contexto mundial y regional ha conocido importantes mutaciones. La crisis económica y financiera que no hacía sino comenzar, se ha revelado mucho más larga y profunda de lo esperado. Por otra parte, no se ha acantonado al sector financiero, sino que se ha propagado también al sector real.

En el día de hoy, casi una década después y a pesar de las importantes reformas llevadas a cabo por la comunidad internacional como reacción a esta crisis, las secuelas de esta última persisten todavía. En numerosos países avanzados, el crecimiento permanece átono; el desempleo, sobre todo entre los jóvenes, continúa en grados muy elevados; la deuda pública preocupante y la situación de los sistemas bancarios fragilizados. Las grandes economías emergentes, por lo general, conocen también dificultades e incluso recesiones en algunas de ellas.

En el curso de esta década, y ante la reducción de los márgenes de maniobra de los gobiernos, los bancos centrales fueron muy solicitados. Sus intervenciones fueron más allá de los instrumentos tradicionales de la política monetaria para explorar nuevos dispositivos no convencionales. En este sentido, lograron en cierta medida atenuar la gravedad de la crisis y sus consecuencias, pero el desmesurado recurso a los instrumentos no convencionales ha generado nuevos riesgos para los mercados, y de manera más general, para la estabilidad financiera.

Excelencias,

Amén de los efectos de la crisis mundial, esta última década ha sido marcada, en el mundo árabe, por una multitud de desarrollos políticos y sociales. Los conflictos políticos, la degradación de la situación securitaria y la escalada del terrorismo siguen destruyendo las instituciones, arruinando la economía y amenazando la seguridad de los ciudadanos en algunos países. Por otra parte, el movimiento bajista de los precios del petróleo desde el mes de junio de 2014 pone a prueba de manera muy ruda las economías de varios países exportadores de esta materia, sobre todo con una reducción de los márgenes presupuestarios para la inversión económica y social.

En cambio, es halagador poner de relieve que en un gran número de países, las economías han demostrado cierta resistencia frente a tales evoluciones, gracias a unas valientes reformas estructurales y a políticas de diversificación del tejido económico

Al felicitarnos por estos notables avances realizados por las instituciones a las que Ustedes  pertenecen, a favor de la movilización de los recursos necesarios para la financiación del desarrollo económico y social de nuestros países, les invitamos a observar mayor vigilancia a fin de administrar mejor las interacciones entre su misión tradicional y sus nuevas atribuciones que conciernen la estabilidad financiera. Por una parte, deben permitir cierta flexibilidad del sistema financiero a fin de llevar a cabo una financiación adecuada de la economía y un apoyo al crecimiento; por otra parte, han de reforzar su supervisión y su control para evitar cualquier fallo del sistema y luchar contra los flujos financieros ilegales, particularmente aquellos que benefician el terrorismo.

La reunión que en el día de hoy celebran Ustedes se desarrolla dentro de un contexto particular, y como ocurre en muchas partes, enormes son las expectativas albergadas por las autoridades monetarias árabes, así como la esperanza que a las mismas anima. Mantenemos la convicción de que la unificación de los esfuerzos de las autoridades monetarias árabes permitirá una mejor explotación de la diversidad y complementariedad de nuestras economías para construir, como seguimos esperando, un bloque económico árabe fuerte y próspero.

Excelencias,

En el seno de este entorno internacional, generalmente desfavorable, la economía marroquí ha demostrado una notable resistencia gracias a las diferentes obras estructurantes lanzadas desde comienzos de los años 2000 y a los esfuerzos que continuamente desplegamos para preservar los logros y alcanzar nuevas realizaciones.

Muy recientemente, hemos lanzado una serie de reformas que han abarcado principalmente el marco institucional, pero también varios dominios más, en especial, el sistema educativo, la justicia, la regionalización avanzada y el entorno de los negocios.

Marruecos ha emprendido también la reforma del sistema de subvenciones de los precios al consumo, hecho este que ha permitido una corrección de la situación de las finanzas públicas y ha aportado márgenes presupuestarios a favor de la inversión económica y de las redes de protección social, destinadas a las poblaciones más vulnerables. Para consolidar esta recuperación y mejorar la visibilidad y transparencia de las finanzas públicas, ha entrado en vigor a partir de 2016 una nueva ley orgánica de las finanzas.

En el plano monetario y financiero, Marruecos ha continuado el esfuerzo de modernización y profundización del sistema financiero nacional con vistas a adecuar la política del Reino a las prácticas internacionales más óptimas, manteniendo al mismo tiempo una política acomodadora para apoyar la financiación de la economía, especialmente de las MYPYME.

Por otra parte, un marco legal y un mecanismo de resolución de crisis han sido establecidos, en concertación con las demás autoridades reguladoras. En este marco, Bank Al-Maghrib sigue adecuando su dispositivo de vigilancia del sector bancario a las normas internacionales y acompañando la extensión internacional de los bancos marroquíes, presentes actualmente en una treintena de países.

El conjunto de estos esfuerzos ha permitido al sistema financiero nacional superar sin dificultad la evaluación efectuada por el FMI y el Banco Mundial, en abril de 2015, confirmando, de modo particular, la solidez del sistema bancario marroquí.

Merced a tales reformas, así como a la estabilidad política y seguridad de que goza Marruecos, gracias a Dios, nuestro país consolida su imagen ante los socios internacionales, agencias de calificación e inversores. El acuerdo de la Línea de Precaución y Liquidez, recientemente renovado, y por tercera vez, con el FMI, así como la continuación de los importantes flujos de las IED (Inversiones Extranjeras Directas), de los que una importante parte procede de nuestros socios del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), vienen a reflejar la consideración de que goza el Reino.

Tales importantes realizaciones consolidan nuestras opciones en materia de política exterior y apoyan nuestra política de apertura sobre nuestra región y el mundo, habida cuenta de que Marruecos tiene actualmente establecidos acuerdos de libre cambio con cincuenta y seis países, entre los que se cuentan varios países árabes hermanos.  

Dentro de esta perspectiva, el Reino ha lanzado un proyecto que aspira a hacer de Casablanca un Hub financiero regional, que sirva de plataforma de intercambios entre África y el resto del mundo. Tal ambición es hoy día una realidad, dado que la última clasificación de las plazas financieras coloca a Casablanca Finance City en la 33ª posición mundial y en el primer puesto a escala regional.

   Afianzando aún más nuestra opción de apertura y con el objeto de reforzar la resistencia de nuestra economía ante los choques externos, recientemente hemos decidido emprender una transición gradual hacia un régimen de cambio más flexible, capaz de consolidar la competitividad de nuestra economía.

Excelencias, 

Las mutaciones económicas, sociales e institucionales que conoce el mundo y que son cada vez más rápidas e imprevisibles, constituyen grandes retos a los que los poderes públicos y las autoridades monetarias, en particular, han de hacer frente.

  En este sentido, una de las condiciones sine qua non para superar tales desafíos, consiste en la disposición de recursos humanos cualificados, capaces de anticipar y actuar. En efecto, el capital humano constituye a la vez un factor determinante y el principal componente de la riqueza de nuestros países.

He aquí precisamente las constataciones resaltadas por el estudio que hemos confiado al Consejo Económico, Social y Medioambiental y a Bank Al-Maghrib, a través del cual hemos llamado a colocar el capital inmaterial en el centro de las prioridades de las políticas públicas.

Las preocupaciones y desafíos económicos del presente no deben eclipsar los retos de la sostenibilidad de nuestro desarrollo ni el futuro de las generaciones venideras. Tales preocupaciones se hallan actualmente en el centro de la nueva agenda de desarrollo sostenible que reconduce y amplía los compromisos de los países en el marco de los Objetivos del Milenio para el Desarrollo y de los esfuerzos para la lucha contra el cambio climático.

En Marruecos, suscribimos plenamente estas orientaciones. En este sentido, la acogida, por el Reino, de la 22ª edición de la Conferencia de los Estados Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP22), el próximo mes de noviembre, en Marraquech, viene a ser una materialización de esta opción así como un reconocimiento internacional de nuestros esfuerzos en estos dominios.

Excelencias, 

Tenemos la certidumbre de que merced a la experiencia que Ustedes tienen acumulada, así como a su capacidad de innovación y fructífera cooperación en marcos similares al que hoy les reúne, o en el seno de las diferentes comisiones del Fondo Monetario Árabe, cuyos trabajos seguimos de cerca y saludamos sus continuas realizaciones, Ustedes van a proseguir, junto con las demás autoridades, su importante contribución al desarrollo de nuestros países. Nuestra confianza se acrecienta aún más sabiendo que los bancos centrales y los institutos de emisión árabes gozan de la independencia necesaria para desempeñar este papel y promover los intereses de nuestra región en el seno de las instancias internacionales.

Al reiterarles la bienvenida en Marruecos, formulamos Nuestros deseos de pleno éxito en sus trabajos.

Wassalamou alaikoum warahmatoullahi wabarakatouh”.

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