Discursos Reales

SM el Rey dirige un discurso a la XXIX de la Cumbre de los Jefes de Estado y de Gobierno de la UA

SM el Rey Mohammed VI dirigió un discurso a la XXIX Cumbre de los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana (UA), que arrancó hoy en Adís Abeba.

He aquí el texto íntegro del discurso real, entregado por SAR el Príncipe Moulay Rachid que representa al Soberano en esta cumbre.

“Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros,

Señor Presidente Alpha Condé, Presidente en ejercicio de la Unión Africana,

Queridos Hermanos y Hermanas, Jefes de Estado y de Gobierno, 

Señor Presidente Moussa Faki Mahamat, Presidente de la Comisión de l’UA, 

Excelencias, Señoras y Señores Ministros,

Señoras y Señores,

El Reino de Marruecos, tras su vuelta al seno de su familia institucional el pasado mes de enero, participa en su primera Cumbre en tanto que miembro de la Unión Africana. De este modo, conforta su acción dentro del continente y consolida sus lazos multidimensionales con los países africanos hermanos.

A raíz de la decisión histórica de Addis Abeba, Marruecos va a continuar con el proceso de acceso a los instrumentos jurídicos, con el fin de participar plenamente en las actividades de la organización y contribuir a la agenda de todos los órganos.

Dado el compromiso que con ello asumió, Marruecos participó en todas las reuniones, con aquel espíritu constructivo que personalmente había anunciado en mi Discurso de Addis Abeba, al declarar que: «... en absoluto pretendemos dividir, como algunos quieren insinuar...

(...) en cuanto Marruecos ocupe su asiento, de manera efectiva, y pueda aportar su contribución a la agenda de actividades, su acción contribuirá más bien a federar e impulsar dicha acción».

Esta Cumbre Nos ofrece la oportunidad de subrayar el compromiso sincero, responsable e indefectible de nuestros países, al servicio de las causas e intereses del continente africano.

La acción del Presidente Alpha Condé a la cabeza de nuestra Organización suscita nuestra admiración. Efectivamente, gracias a su liderazgo y clarividencia, despliega excelentes esfuerzos de racionalización de los trabajos de nuestra organización. En este sentido, adaptó nuestra agenda a fin de repartir de manera más juiciosa el seguimiento de los temas prioritarios, aportando de este modo una gran visibilidad a la acción de la Organización.

Mis agradecimientos van a Su Excelencia, Señor Don Moussa Faki Mahamat, Presidente de la Comisión de la UA, por sus incansables esfuerzos que buscan inyectar una nueva dinámica al trabajo de la Comisión, así como acompañar el impulso de reformas en el seno de nuestra Organización.

Excelencias, 

Señoras y Señores,

Siempre nos animó la convicción de que África puede convertir sus retos en un auténtico potencial de desarrollo y estabilidad. Su crecimiento demográfico, sus instituciones, la migración y la juventud constituyen oportunidades que conjuntamente, todos debemos aprovechar.

Marruecos quiere contribuir a la emergencia de una nueva África: un África fuerte y audaz que asume la defensa de sus intereses, un África influyente en el concierto de las Naciones.

A fin de precisar esta nueva África, conviene librarse de las ilusiones y rechazar las quimeras. La nueva África que deseamos debe apoyarse, por el contrario, en una visión concreta y pragmática, capaz de dar lugar a un África conquistadora y solidaria.

África se halla en la encrucijada de caminos. Ahora nos corresponde escoger el buen camino que debe emprender para su emergencia. Abundantes son los retos que ahora tiene delante nuestro continente, como pueden ser, la multiplicación de los actores no estatales que engendran numerosas zonas grises y las amenazas del terrorismo transnacional y del extremismo violento, amén de los impactos del calentamiento climático.

Frente a las nuevas amenazas que acechan nuestro continente, se hace necesario que la UA emprenda su transformación, con el fin de ofrecer respuestas adecuadas y apropiadas.

Para ello, es fundamental, a nuestro juicio, que los Estados africanos se fijen objetivos realistas y pragmáticos, basados en las prioridades reales del continente. África ya no necesita eslóganes ideológicos, sino más bien acciones concretas y decididas en los dominios de la paz, la seguridad y el desarrollo humano.

Marruecos cree en la capacidad de África para renovarse e estimular su propio impulso. Siendo evidentes los límites de la cooperación clásica Norte-Sur para relevar el desafío de la emergencia, África debe recurrir, principalmente, a la cooperación inter-africana, así como a las cooperaciones estratégicas y solidarias entre países hermanos.

Excelencias, 

Señoras y Señores,

La UA debe constituirse hoy en un instrumento que siga el ritmo de los desafíos de nuestro continente. Hoy más que nunca, debe estar en la misma onda que los retos del momento. La emergencia de África pasa a través de una reestructuración de sus instituciones continentales, que permita responder plena e imperiosamente a los retos que se le plantean.

A este respecto, deseamos saludar el liderazgo del Presidente Paul Kagamé sobre esta cuestión tan importante para nuestro continente africano; le felicitamos por su informe, a la vez considerable y denso, que encierra recomendaciones esenciales, para establecer soluciones «que garantizan el futuro de la Unión Africana».

«El imperativo de reforzar nuestra Unión» ofrece un diagnóstico edificante del Estado de la UA y propone recomendaciones realistas y pragmáticas. Este imperativo es nuestro imperativo. Hoy más que nunca, una visión transformadora de la Unión Africana se hace necesaria.

Le reforma de la Unión Africana constituye un obra importante, en la que Marruecos tomará parte al lado de sus países hermanos. 

Nuestra familia institucional debe evolucionar hacia una mayor eficacia y una racionalización de la organización panafricana, para estar acorde con las expectativas de los pueblos africanos. 

La puesta en marcha de tal reforma ya no es un lujo, sino más bien una imperiosa necesidad que se impone, debido a los considerables retos y desafíos que nuestro Continente tiene que afrontar. 

Excelencias, 

Señoras y Señores, 

Una política voluntarista orientada hacia la juventud canalizará la energía a favor del desarrollo. El porvenir de África pasa por sus jóvenes. Actualmente, cerca de 600 millones de africanos y africanas son jóvenes. En 2050, 400 millones de africanos tendrán entre 15 y 24 años. 

Esta progresión pone de relieve la urgencia de orientar el dividendo demográfico hacia la emergencia del continente. De este modo, una ocasión inesperada se ofrece a África para beneficiarse de una mano de obra joven, formada y abundante para alimentar su crecimiento económico. 

Anualmente, más de 11 millones de jóvenes africanos ingresan en el mercado laboral cuando sólo se crean 3 millones de empleos. Más del 70% de los jóvenes africanos viven con menos de 2 dólares al día. 

¿Cómo obrar para contrarrestar el desempleo que golpea de lleno la juventud del Continente, dado que el 60% de los desempleados son jóvenes? 

La respuesta consiste en un tratamiento voluntarista del tríptico “educación, enseñanza superior y formación profesional” con una elevada exigencia de calidad. 

Reside igualmente en las inversiones significativas, sostenibles y juiciosas, que deben ser emprendidas en los dominios de la educación, la sanidad, la formación profesional y el empleo.

La inversión a favor de los jóvenes es fundamental, ya que éstos constituyen las dos terceras partes aproximadamente de la población del Continente. Tal acción pasa por una formación adecuada, una inserción paulatina y asesorada en el mundo laboral, amén de una habilitación para tomar iniciativas a fin de crear riqueza, demostrar su talento y contribuir al desarrollo del continente. 

Una juventud africana desocupada, bloqueará la tan anhelada emergencia del continente. En efecto, si el desafío de la empleabilidad de los jóvenes no es tratado con toda urgencia, tal carencia tendrá como consecuencia la desocupación de los jóvenes, reforzando, por consiguiente, su vulnerabilidad y el riesgo de su radicalización.

En efecto, alrededor del 40% de las personas desempleadas son excelentes candidatos de los movimientos rebeldes o de los grupos extremistas o terroristas que causan estragos en el continente.    

Excelencias,

Señoras y Señores, 

África pierde a sus jóvenes a causa de la migración legal o ilegal.  Tal pérdida es injustificable.   

  ¿Acaso el destino de nuestros jóvenes está en el fondo de las aguas del Mediterráneo, o acaso su movilidad ha de tornarse en hemorragia? Todo lo contario, nos corresponde tratarla para convertirla en una baza.  

Miles de jóvenes africanos intentan alcanzar clandestinamente la orilla norte del Mediterráneo, en busca de una vida mejor, con todos los riesgos que conocemos. Estos hombres de mucho valor y unos recursos humanos para nuestro Continente.

En tanto que Leader designado con ocasión de la 28ª Cumbre, sobre la Cuestión de la Migración, tengo la intención de someter una contribución basada en la necesidad de desarrollar una Visión africana común sobre la migración, sus implicaciones y retos. Se trata, ante todo, de modificar nuestras percepciones en torno a la migración, abordándola, no como un problema o amenaza, sino como una fuerza positiva. ¿Acaso no ha sido siempre la migración un factor de acercamiento entre pueblos y civilizaciones?  

Tratar el desafío de la migración requiere un enfoque innovador que permita evaluar las causas y el impacto que la misma produce, así como contemplar posibles soluciones, especialmente a través de la creación de sinergias entre las políticas de desarrollo y de migración. 

En este sentido, hemos de obrar conjuntamente para elaborar una Agenda africana sobre esta temática, que articularía una visión común sobre las vías y medios de tratar la Cuestión de la Migración en el seno de nuestro Continente y dentro de las instancias internacionales. 

Excelencias, 

Señoras y Señores, 

La Nueva África extraerá lo mejor de sus potencialidades, ya que nuestro Continente posee abundantes e inmensas posibilidades. Marruecos quiere contribuir a la emergencia de esta Nueva África. 

África ha de orientarse hacia su futuro con determinación, contando especialmente con sus propias capacidades. 

Esto se lo debemos a nuestros pueblos y a nuestra juventud. La promesa de un porvenir mejor y de un futuro radiante, no debe ser más un eslogan y mucho menos un deseo piadoso. Estamos llamados a plasmar las palabras en hechos, a favor de nuestras generaciones futuras y por un África Nueva. 

Muchas gracias”.