Discursos Reales

SM el Rey, Amir Al Muminin, dirige un mensaje a los peregrinos marroquíes a los Lugares Sagrados del Islam

SM el Rey Mohammed VI, Amir Al Muminin (Comendador de los Creyentes), dirigió un mensaje a los peregrinos marroquíes que viajan a los Lugares Sagrados del Islam.

He aquí el texto del mensaje real, que fue leído por el ministro de Habices y Asuntos Islámicos, Ahmed Taoufiq, con motivo de la salida del primer grupo de peregrinos marroquíes, hoy martes en el aeropuerto de Rabat-Salé:

"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros,

Nuestros venturosos peregrinos,

En nuestra calidad de Emir de los creyentes, el Protector de la comunidad de musulmanes, que vela por el cumplimiento de los ritos del Islam en nuestra segura patria, Nos complace aprovechar la ocasión del viaje que efectúa el primer grupo de Nuestros venturosos peregrinos a las Tierras Santas, para dirigirnos a los aquí presentes y a todas las personas a las que Dios ha agraciado y facilitado este año el cumplimiento de este obligado pilar del Islam, expresando a todos ellos nuestros sinceros ruegos y toda nuestra satisfacción, junto con nuestros deseos de cumplir una bendita peregrinación, lograr un viaje retribuido y abundantes premios.

Todos Nuestros fieles súbditos conocen el enorme interés y la permanente protección que dedicamos a los asuntos religiosos y de la seguridad espiritual en nuestro feliz Reino, principalmente el hecho de permitir a los ciudadanos el cumplimiento de los ritos de la peregrinación en el seno de una atmósfera de seguridad, orden y sosiego, respondiendo así a sus sinceros sentimientos y deseos de cumplir con las normas del Islam y la aplicación de sus preceptos.

Con esta ocasión, procede recordar que la peregrinación es uno de los grandes pilares de debido cumplimiento en el Islam, y un período espiritual y social islámico en el que se congregan los musulmanes procedentes de sus distintas tierras en la Casa Sagrada de Dios, que fue la primera casa instaurada para las gentes a fin de adorar a Dios, lejos de cualquier asociación con Él, sobre la base de la exención de cualquier manifestación material mundana, materializando la igualdad entre los creyentes, cualesquiera que fueran sus rangos y categorías, respondiendo así a la invitación del Señor de los Mundos, mediante unos corazones unidos y una lengua común, que invoca la aceptación de la llamada y el agradecimiento.

«¡Respondo a tu llamada, oh Dios! Respondo a tu llamada, Tú que no tienes socio. Para ti son el Loor, la bendición y la lealtad. Tú no tienes socio».

Con ello, los musulmanes, cualquiera que fuera su raza, su tierra o su lengua, y a pesar de la variedad de sus doctrinas, dan la prueba palpable de que su orientación es única y su credo también, y que con ocasión de esta gran congregación están invitados anualmente a personificar los valores islámicos de igualdad, fraternidad, cooperación y solidaridad, repudiando la disgregación y las diferencias, y abrazando la unidad y la armonía.

He aquí los valores que el pueblo marroquí ha asumido a lo largo de las épocas en el marco del Emirato de los creyentes, aferrado a la pleitesía hacia este liderazgo sobre la vía recta, adoptando siempre la doctrina sunni malikí y el credo achaarí, en el seno de la moderación, el término medio y la apertura.

Así pues, enhorabuena a todos vosotros, peregrinos y peregrinas, por las gracias que Dios os ha otorgado, al haber respondido a la llamada de su Señor a fin de realizar los ritos de la peregrinación, como bien rezan las palabras de Dios: «¡Invita a los hombres a hacer la peregrinación! Llegarán hasta ti a pie, sobre cualquier montura, a través de cualquier garganta profunda para atestiguar los beneficios que tienen, para invocar el nombre de Dios, en los días señalados...».

Que Dios os guarde, cuando estéis en las Moradas Sagradas, con ocasión del cumplimiento de las distintas prescripciones, obligaciones, actos facultativos o deseados, de este pilar del Islam, habéis de procurar aprovechar vuestro valioso tiempo haciendo el tawaf e invocando a Dios, rogándole el perdón, para poder lograr el premio prometido por Dios a sus siervos cuando cumplen perfectamente la peregrinación. Nuestro abuelo El Elegido, la oración y el saludo sean sobre él, dijo: "la peregrinación bien cumplida solo tiene como premio la gloria".

Por lo tanto, habéis de tener conciencia de estas normas y prescripciones, recordando siempre cuantas instrucciones os han prodigado nuestros alfaquíes como lecciones religiosas y valiosas recomendaciones, que siempre debéis meditar y aprovechar además de aplicar sus prescripciones, porque el conocimiento de los preceptos, normas y obligaciones de la peregrinación, han de ser elementos principales con los que el musulmán ha de proveerse para poder realizar este gran pilar del Islam, además de la necesaria virtud que debe engalanaros, consistente en la tolerancia, el buen trato y la afabilidad. Dios el Altísimo dijo: "La peregrinación tiene lugar en meses determinados. Quien se imponga la peregrinación, no galanteará ni pecará, ni discutirá en la peregrinación. El bien que hagáis, Dios lo sabrá. ¡Tomad un viático! Ciertamente el mejor viático es la piedad".

Nuestro abnegado Ministro de Habices y Asuntos Islámicos ha obrado por disponer las condiciones de protección tanto al ir como al regresar, y durante el cumplimiento ejemplar de vuestros ritos, conforme a Nuestras Altas orientaciones Reales. En este sentido, queremos poner de relieve a los cuadros y funcionarios de este Ministerio por todos los esfuerzos que despliegan con ocasión de la época de la peregrinación con el fin de que nuestros fieles súbditos puedan cumplir este importante pilar del islam dentro de una atmósfera de orden y sosiego.

Nuestros venturosos peregrinos,

Conviene recordar aquí la necesidad de respetar las orientaciones e instrucciones relativas al desarrollo de esta temporada de peregrinación, tanto las procedentes de los cuadros de nuestro Ministerio de Habices y Asuntos Islámicos, que os acompañarán durante la misma, como aquellas otras adoptadas por las autoridades saudíes encargadas de la organización de la peregrinación y que velan por los intereses de todos los huéspedes de Dios Misericordioso, en aplicación de las sabias instrucciones promulgadas por Nuestro Queridísimo y Honorable Hermano, Servidor de los Dos Santos Lugares, el Rey Salmán Ben Abdelaziz, Dios le proteja.

Queremos aprovechar esta ocasión para reiterar la expresión de Nuestro profundo orgullo y todos Nuestros elogios por los loables esfuerzos desplegados por Su Majestad, con el fin de mejorar los servicios de los Dos Santos Lugares y elevar las temporadas de peregrinaje a un nivel que satisfaga al conjunto de los musulmanes. Dios le aporte la mejor de las recompensas por los constantes esfuerzos que consiente al servicio de los Huéspedes del Misericordioso, por su compromiso y fe a favor de la preservación de los Dos Santos Lugares, así como por el poyo que aporta a la comunidad musulmana en todo momento y lugar.

En este contexto en el que evocamos con vosotros todo cuanto habéis de realizar para cumplir con este gran pilar islámico, Hemos de recordaros la obligación de engalanaros, tanto a título individual como colectivo, de las virtudes propias de vuestra querida patria, materializando su ancestral civilización y su identidad de múltiples afluentes, amén de los arraigados valores que vuestros predecesores asentaron a lo largo de la historia. Se trata principalmente de vuestro apego a los valores constantes y sagrados de la nación marroquí, fundados sobre el islam del término medio y la doctrina sunní, tal como lo representan el malikismo y la doctrina achaarí, sobre cuyas bases se erige el Emirato de los Creyentes que nuestro régimen materializa en la Monarquía constitucional, democrática y social. Así pues, habéis de ser -Dios os guarde- dignos embajadores de vuestro país durante esta venturosa temporada, mostrando las ancestrales tradiciones de fraternidad, solidaridad, medianía y apertura que bien caracterizan a los marroquíes.  

Nuestros venturosos peregrinos,

Sin duda aspiráis a satisfacer vuestras ansias espirituales, ya sea al inicio o al término de esta gran temporada, visitando el Santo Mausoleo del Profeta en al Madina al Munawwara, en el que os detendréis con profundo respeto y contemplación ante la tumba del mejor hombre, el último Profeta y Enviado de Dios, Nuestro Abuelo Elegido, las oraciones y el saludo sean sobre Él. 

Habéis de tener presentes –Dios os ayude- la veneración, las plegarias, el respeto y engrandecimiento que requiere este lugar, el manantial de la misericordia regalada y de la bendición brindada, con el fin de alcanzar la recompensa que Dios prometió a todo quien prodigue oraciones y saludos al Profeta, la oración y el saludo sean sobre Él, que como bien dijo: «quien me dedica una oración, Dios le recompensa con diez». 

Así pues, cuando estéis en esas sagradas moradas y durante esos momentos de sincera espiritualidad, no olvidéis formular las mejores plegarias por vuestro Rey que vela por vuestra seguridad y prosperidad, así como por la unidad, soberanía y dignidad de vuestro país, haciendo que ocupe el lugar que se merece tanto en su entorno regional como en su espacio islámico. También os incito a formular sinceros votos por que Nuestro Príncipe Heredero, Su Alteza Real el querido Príncipe Mulay el Hassan, sea para Nosotros una permanente fuente de satisfacción, así como todos los miembros de Nuestra Familia Jerifiana, implorando al Todopoderoso extienda Su inmensa misericordia y perdón a Nuestro Venerado Abuelo y Augusto Padre, Sus Majestades los Reyes Mohammed V y Hassan II, Dios tenga en su amplia Misericordia, y que nos aporte su auxilio y nos asista en la tarea de conducir Marruecos hacia el mayor progreso, potencia y prosperidad.

Finalmente, queremos expresaros –virtuosos peregrinos y peregrinas- Nuestros renovados ruegos por que vuestra peregrinación sea plenamente aceptada, vuestras jaculatorias atendidas y vuestro esfuerzo ampliamente recompensado, y que volváis a vuestro país sanos y triunfantes. 

Dios es Poderoso y responde a los ruegos. 

Wassalamou alaikoum warahmatoullahi wabarakatouh".