Discursos Reales

SM el Rey dirige un mensaje a la XV cumbre de la Francofonía en Dakar

SM el Rey Mohammed VI dirigió un mensaje a la XV cumbre de la Francofonía en Dakar, cuya lectura fue dada hoy por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Salaheddine Mezouar.

He aquí el texto íntegro del mensaje real:

"Loor a Dios, La oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios,  su familia y Compañeros.

 Señor Presidente de la República de Senegal,

Señoras y Señores Jefes de Estado y de Gobierno,

Señor Secretario General de la Organización Internacional de la Francofonía,

Señoras y Señores Ministros y Representantes Personales,

Excelencias, Señoras y Señores,

Es para mí un motivo de alegría que la Cumbre de la Francofonía se celebre nuevamente en Dakar, donde el pueblo senegalés hermano siempre nos ha honrado con una calurosa acogida, una excelente hospitalidad, además de una notable organización.

 Con esta ocasión, quisiera felicitar a Su Excelencia el Presidente Joseph Kabila por el interés que ha tenido a bien conferir a nuestros trabajos desde la exitosa Cumbre de Kinshasa, deseando igualmente pleno éxito a Mi Hermano, el Presidente Macky Sall, en los dos próximos años al servicio de las importantes obras de la Francofonía.

 Con emoción y gratitud quiero saludar la labor llevada a cabo por Su Excelencia D. Abdou Diouf, a la cabeza de nuestra Organización, cuya sabiduría y larga experiencia han conseguido promover los valores de paz, tolerancia y reparto, y sus tres mandatos han allanado el camino de una Francofonía más afirmada que se asume actualmente con confianza.

 Excelencias, Señoras y Señores,

  El Llorado Presidente Léopold Sédar Senghor veía en la Francofonía “la esperanza de una fraternidad en el seno del respeto mutuo y del diálogo entre culturas”.

 En el día de hoy, ¿Quién mejor que los jóvenes y las mujeres podría tener esta esperanza y hacerla realidad?

 Por ello, nos congratulamos de la juiciosa elección de la temática de esta Cumbre, a saber, “Mujeres y jóvenes en Francofonía: vectores de paz y actores de desarrollo”. Ello servirá de base para nuestros debates que seguramente serán fructíferos.

Partiendo de su decidido enfoque humanista y universal, Marruecos ha colocado a sus jóvenes y mujeres en el centro de su problemática global de desarrollo.

 En este sentido, importantes esfuerzos han sido consentidos para garantizarles el acceso a los múltiples servicios y diversas prestaciones a las que tienen derecho, abriéndoles así las puertas para emanciparse, asumirse y participar activamente en el desarrollo de sus sociedades.

 La consolidación de las garantías relativas a su libertad y al respeto de sus derechos ha acompañado este enfoque. Efectivamente, ningún desarrollo social sería alcanzado sin realización personal. En este marco, podemos contar con nuestra activa sociedad civil que desempeña una formidable labor de acompañamiento y mejora de las diferentes políticas públicas.

 Excelencias, Señoras y Señores,

Al igual que los individuos y grupos humanos, las lenguas viven y evolucionan a través de los siglos, incorporando algunos vocablos al uso y llevando otros al desuso.

Las aportaciones de la lengua francesa a África y Asia son comparables a la vivacidad y enriquecimiento que las poblaciones de estos dos continentes han ofrecido a la misma.

Del mismo modo que ocurrió en la época medieval, la aportación árabe a la civilización permitió prolongar la herencia griega en beneficio de la Humanidad, ahora la contribución africana permite a la Francofonía desarrollarse y realizarse, no en contra sino a través de la globalización.

En el seno de la Francofonía, somos una gran familia solidaria donde cada uno de nosotros ha de prestar su apoyo al otro, con respeto y disponibilidad.

Los acuerdos firmados entre Marruecos y sus países hermanos africanos, se inscriben justamente dentro de esta misma perspectiva que se propone compartir las experiencias, trabajar conjuntamente y obrar concertadamente para hallar, en nosotros mismos, los resortes de nuestro desarrollo.

 Excelencias, Señoras y señores,

Vivimos tiempos confusos donde nuestros jóvenes, a caballo entre modelos tradicionales de socialización y lógicas globalizadas, son los destinatarios de discursos violentos que intentan convencerles de que el odio hacia el Otro refuerza su propia identidad. Estos discursos extremistas obligan igualmente a las mujeres a hallarse relegadas a condiciones disminuidas en el seno de las sociedades.

Es justamente en estos difíciles momentos cuando nos debemos acordar de los valores que compartimos en el seno de la Francofonía y tomar las medidas indispensables para defender, juntos, nuestros proyectos de sociedad, fundados sobre la apertura, la tolerancia, la libertad, la diversidad y el reparto.

Desde esta tribuna quiero llamar también a una impecable solidaridad con los países del Sahel, presos de la lacra transnacional del terrorismo ciego y de la inseguridad. Efectivamente, el papel de nuestra Organización es fundamental para oponer el arma de la cultura y el conocimiento a la barbarie, a la ignorancia de las santas palabras y al desvío de los Mensajes de la Fe.

Excelencias, Señoras y Señores,

Debemos juntar el acto a la palabra, lanzar valientes cooperaciones sectoriales y abandonar las estrechas lógicas de ayuda al desarrollo.

Las culturas y las lenguas son parámetros de competitividad para las naciones lo mismo que lo pueden ser los costes energéticos o la realidad del entorno de los negocios. Son factores estructurantes del capital inmaterial de las naciones.

En Marruecos nos sentimos orgullosos de un legado histórico singular, fruto de nuestra apertura al mundo, que durante siglos fue sinónimo de fusión de culturas, acumulación de sabidurías y desarrollo del comercio. En el día de hoy, la proporción de nuestros ciudadanos que hablan lenguas extranjeras como el francés, el español o el inglés constituye una verdadera baza como bien lo atestigua el importante desarrollo del sector del offshoring en estos últimos años.

 En los distintos lugares de África, la lengua francesa constituye un valioso instrumento de movilidad social. A este respecto, quiero poner de relieve el particular papel desempeñado por las instituciones francófonas en el mundo.

Por ello quiero alentar a nuestra Organización a mantener y reforzar sus programas en materia de cultura y educación, reafirmando, en este contexto, el compromiso del Reino de Marruecos.

Ahora bien, este enfoque no será suficiente si no va acompañado de medios que deben ser puestos en práctica por nuestras sociedades con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las poblaciones. Así pues, guiados por esta imperiosa necesidad nos aplicamos en el seno de las instancias internacionales, particularmente con el apoyo de la Unesco, para la preparación de los Objetivos del Desarrollo Sostenible Post-2015.

He aquí otro motivo que nos lleva a reafirmar el apoyo del Reino de Marruecos a la nueva programación económica de la OIF, cuya Presidencia del Comité ad hoc ha sido llevada a cabo por Marruecos.

Excelencias, Señoras y Señores,

La Francofonía es una conversación de una rica efervescencia a escala planetaria, nutrida por una abundancia de creaciones, literaturas y expresiones artísticas nacionales, dinámicas y variadas, que expresan todas ellas un genio propio y una visión de un mundo al unísono.

Se trata de una Francofonía que no da la espalda a las originalidades, lo mismo que éstas tampoco le dan la espalda.

 Casi 274 millones de personas hablan hoy la lengua francesa en el mundo; una cifra que podría triplicarse en 2050.

 Sólo depende de nosotros transformar la realidad del dinamismo demográfico de los mundos francófonos en una fuerza cultural, económica y política.

El espacio francófono común debe cultivarse con esmero como si se tratara de una baza singular en un mundo donde la integración económica y política se organiza cada vez más en torno a agrupamientos regionales, donde los socios comparten una misma base de valores y sensibilidades.

En este contexto, la Francofonía representa una oportunidad real para paliar los rigores de la globalización y llevar a cabo a través de la cooperación un cambio sostenible sobre el terreno. Las virtudes de nuestro agrupamiento duplican en intensidad gracias al desarrollo de las tecnologías de la información que nos acercan más.

Así pues, se trata de una relación natural que une los países francófonos más allá de los continentes, a menudo sin tener que pasar obligatoriamente por el Norte. El dinamismo de los grupos de los medios de comunicación francófonos marroquíes en África, en materia de radio y prensa escrita, por ejemplo, muestran múltiples dimensiones, mutuamente benéficas, que puede tomar la cooperación Sur-Sur.

La existencia de una pasarela francófona supera el simple uso de la lengua; es una oportunidad de radiación para todas nuestras naciones y un instrumento de progreso para nuestros pueblos.

Tengo la certidumbre de que la Cumbre de Dakar va a alentar a través de sus laudables iniciativas, como puede ser «la Aldea de la Francofonía» o su «Encuentro económico de Alto Nivel», unos intercambios fecundos y desembocará en conclusiones pertinentes y operativas.

Gracias por su atención.

El saludo, la bendición de Dios el Altísimo y sus gracias, sean con vosotros".

MAP 30/11/2014