Marruecos denunció, el martes ante el Comité de los 24 de la ONU (C24), la obstinación y la intransigencia de Argelia, que está secuestrando el proceso político del Sáhara marroquí en detrimento de la estabilidad regional.
«El proceso político llevado a cabo bajo los auspicios del secretario general y facilitado por su enviado personal, con el apoyo de todos los Estados miembros de las Naciones Unidas, no puede seguir siendo rehén de la obstinación y la intransigencia de un solo país, en detrimento de la estabilidad regional», subrayó la representante permanente adjunta de Marruecos ante la ONU, Majda Moutchou, durante la sesión ordinaria del C24 que se celebra del 9 al 20 de junio.
Afirmó que esa es la conclusión a la que ha llegado la Comunidad Internacional, así como la mayoría de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, y añadió que es lamentable que algunas partes sigan explotando políticamente la cuestión del Sáhara marroquí para servir a intereses que no tienen nada que ver con los principios del derecho a la autodeterminación.
«Un país vecino, parte principal en este diferendo regional, que se proclama defensor del derecho a la autodeterminación, bloquea desde hace décadas cualquier solución realista y constructiva manipulando con fines políticos y hegemónicos los principios de la Carta de las Naciones Unidas», declaró.
Y añadió que ese mismo país, rápido en pronunciarse sobre el Sáhara marroquí y en movilizar importantes recursos diplomáticos y financieros para alimentar la división y el separatismo, guarda sin embargo un silencio ensordecedor sobre las demás situaciones que figuran en el orden del día de este Comité.
«Esta actitud selectiva dice mucho de sus verdaderas motivaciones y demuestra una voluntad manifiesta de desviar el proceso político de la ONU de su objetivo, al servicio de una estrategia de inestabilidad regional», añadió Moutchou.
La representante permanente adjunta de Marruecos ante la ONU destacó además la dinámica internacional positiva en favor de una solución política, realista, pragmática y duradera, basada en el compromiso en el diferendo regional en torno al Sáhara marroquí, señalando que esta dinámica se cristaliza en torno a la Iniciativa Marroquí de Autonomía.
Saludada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas desde su presentación al secretario general en 2007, esta iniciativa es reconocida como una respuesta concreta a las expectativas de la Comunidad Internacional, en plena consonancia con el espíritu de las resoluciones pertinentes de la ONU, subrayó, recordando que, en la actualidad, esta iniciativa cuenta con el apoyo de más de 118 países de todas las regiones del mundo, incluida la antigua potencia colonial de la región, así como tres miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
Por otra parte, señaló una contradicción fundamental en los debates del C24, que siguen confinando erróneamente la cuestión del Sáhara a un asunto de descolonización. «Esto no refleja ni la realidad histórica y sobre el terreno, ni la evolución del dosier en el Consejo de Seguridad, ni la opinión mayoritaria de la Comunidad Internacional, incluidos los numerosos países que se han pronunciado ante este Comité sobre esta cuestión», explicó.
La diplomática recordó que el C24, encargado de la aplicación de la resolución 1514 adoptada el 14 de diciembre de 1960 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, tiene el deber de tener en cuenta la evolución de los conceptos e instrumentos del Derecho Internacional, y añadió que no puede cumplir su mandato de manera eficiente si ignora los mecanismos de aplicación de dicha resolución, identificados y aprobados por los Estados miembros de las Naciones Unidas, en particular en la resolución 1541, aprobada el 15 de diciembre de 1960 por la misma Asamblea.
«Es imperativo recordar que la resolución 1541, a menudo omitida deliberadamente en este debate, especifica que la autonomía es una modalidad de aplicación del derecho a la libre determinación», señaló además la diplomática, señalando que, contrariamente a las narrativas ideológicas estrechas defendidas por un puñado de países, este derecho no se reduce a una independencia sistemática. Según el propio derecho internacional, puede ejercerse mediante un estatuto de autonomía interna en un marco estatal más amplio, afirmó.
La diplomática explicó que este enfoque realista es precisamente el que propone la Iniciativa de Autonomía marroquí, que ofrece un marco de autonomía avanzada, respetando la soberanía y la integridad territorial del Reino de Marruecos.
Este enfoque cuenta, además, con el claro apoyo de la población del Sáhara marroquí, que se manifiesta en su amplia participación en todas las elecciones nacionales, regionales y locales, así como en su compromiso con el desarrollo económico, social y cultural de su región, señaló Moutchou, subrayando que esta participación es una expresión directa de su adhesión al marco institucional marroquí y debe ser reconocida como tal por este órgano.
En este contexto, ha pedido a este Comité que siga el camino trazado por los miembros del Consejo de Seguridad, reconociendo la orientación clara y consensuada adoptada por la Comunidad Internacional, apoyando un enfoque realista basado en la autonomía.
«Ha llegado el momento de que el C24 adopte una posición valiente con respecto a la Iniciativa de Autonomía de Marruecos, de conformidad con los principios de las Naciones Unidas. Una solución política a esta controversia solo podrá surgir en este marco, y no en una interpretación falsificada e instrumentalizada del derecho a la autodeterminación», concluyó la diplomática marroquí.
